Castillo de Canena, Castillo-palacio renacentista
El Castillo-palacio renacentista ya es citado por el Marqués de Santillana en una de sus serranillas. Perteneció a Francisco de los Cobos. Fue construido en la segunda mitad del siglo XVI, tras la compra del pueblo por Francisco de los Cobos, y se atribuye al arquitecto renacentista español Andrés de Vandelvira (1509-c. 1575), tiene un patio interior cuyo segundo piso se presenta con una balaustrada con columnas y capiteles jónicos sobre los que descansan las zapatas. En el siglo XXI este edificio es de propiedad privada.
Castillo de Sabiote
La historia conocida de esta fortificación comienza en el siglo XIII, aunque debido a la preeminencia defensiva que ocupa el cerro en toda la comarca de La Loma, debió ser un lugar encastillado por todas las civilizaciones, desde tiempo inmemorial. El antiguo alcázar musulmán de Sabiote se emplaza sobre un pequeño montículo y se abre a una ancha plaza de la villa, donde se levanta su puerta señorial, precedida de un foso.
El prestigioso arquitecto Andrés de Vandelvira se supone el encargado de transformar esta fortaleza medieval en un palacio de corte renacentista, a petición de su propietario, el poderoso don Francisco de los Cobos, secretario personal de Carlos V y luego también de su hijo, el emperador Felipe II.
Junto con el cercano Castillo de Canena, constituye una de las dos últimas manifestaciones del poder señorial sobre el territorio. Se configura como una gran fortaleza-palacio del siglo XVI construida sobre el entonces castillo calatravo, entre los años 1538 y 1549.
Lamentablemente, el castillo fue expoliado y volado por las tropas napoleónicas durante su ocupación, por lo que interiormente sólo queda el esbozo de lo que fue una destacada obra de arte.
Tiene un acusado carácter militar y un sistema constructivo abaluartado con torres pentagonales en ángulo, troneras y saeteras, todo ello de acuerdo con los entonces modernos modelos italianos de arquitectura militar.
Destacan de su enorme fábrica su gran fachada renacentista de sillería y cantería, recorrida por los escudos de armas de los fundadores, y las grandes torres pentagonales.
Su interior palaciego y renacentista, se articula en torno a varios patios.
Bien de Interés Cultural, el castillo está declarado como Monumento desde 1931.